Lenguajes internacionales

Con el fin de resolver los problemas de comunicación que hay en el mundo, debido a la enorme diversidad lingüística existente, se ha propuesto establecer el empleo de un lenguaje internacional. En algunos casos, ciertas lenguas cumplen esta función. Las denominadas lenguas de amplia difusión (en inglés, Languages of Wider Communication, LWC) —como el inglés o el francés, que muchas personas hablan como segunda lengua— cuentan con muchos defensores que mantienen que cualquier persona debería conocer al menos una de ellas. Por otro lado, ha surgido también un movimiento a favor de la creación de una lengua artificial que todo el mundo debería conocer.

Durante cierto tiempo estuvieron de moda algunas lenguas artificiales, que luego prácticamente han desaparecido. De todas ellas, el esperanto ha tenido bastante éxito, ya que posee una gramática sin irregularidades, una pronunciación sencilla y un léxico basado en el latín, el griego, las lenguas germánicas y las románicas. Ahora bien, para los hablantes de otras lenguas, el esperanto no parece tan internacional y resulta más difícil de aprender y de hablar. Una nueva propuesta como lengua internacional la representa el loglan (que se define como lengua lógica), creado en laboratorio y del que se dice que está libre de connotaciones culturales y que permite a sus hablantes expresar los pensamientos con toda claridad y sin ambigüedades. Posee muy pocas reglas gramaticales, un sistema fonético escueto y un léxico extraído de las ocho lenguas más difundidas por el mundo: inglés, chino, hindi, ruso, español, francés, japonés y alemán.


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